Nos adentramos en el primer taller de fabricación de muebles en el interior de una prisión polaca. Un revolucionario que busca transformar el presente y futuro de los reclusos brindándoles la oportunidad de aprender un oficio.
Cuando recibimos la propuesta de colaborar con un taller maderero ubicado en el interior del Centro penitenciario de Wojkowice (Katowice, al sur de Polonia) la sorpresa fue mayúscula, pero los desafíos son nuestra razón de ser.
Porque cuando decimos que no queremos dejar a nadie atrás, también nos referimos a esas personas que cometieron errores en el pasado y en el presente se han hecho responsables de ellos y luchan por tener una segunda oportunidad.