Comprometidos con los desafíos ambientales que enfrenta nuestro planeta, nos embarcamos en una nueva aventura junto a Rubén Díez, conocido como Lethal Crysis. Tras visitar junto a él el Amazonas hace dos años, en esta ocasión nos trasladamos hasta la región de Sumatra, en Indonesia, para abordar la problemática generada por la industria del aceite de palma y su devastador impacto en las selvas vírgenes del país.
Bajo el título, El lucrativo negocio del aceite de palma, el conocido activista se adentra en las comunidades locales para narrar desde dentro la magnitud del problema y todas sus consecuencias en la calidad de vida de la gente.
¿Qué pasa con el aceite de palma en Indonesia?
El documental expone la situación tan alarmante de la industria del aceite de palma en Indonesia. Esta actividad económica altamente lucrativa ha desencadenado una deforestación masiva en las selvas vírgenes del país, con el objetivo de expandir exponencialmente las plantaciones de palma. Aunque las autoridades locales intentan poner cierto orden, la realidad es que el 80% de la tala forestal se realiza de manera ilegal.
Indonesia ya ostenta el título de mayor exportador de aceite de palma a nivel mundial, acaparando el 60% de la producción global. Lamentablemente, el país ha perdido aproximadamente una cuarta parte de sus bosques en los últimos 25 años, situándose entre las naciones más deforestadas del planeta, junto con Brasil, Bolivia, Congo y Perú.
Las consecuencias de esta actividad son devastadoras. Grandes extensiones de tierras forestales han sido arrasadas para dar paso a las plantaciones de palma aceitera. Como resultado, se ha producido una pérdida masiva de biodiversidad, con la desaparición de numerosas especies en peligro de extinción, como los orangutanes, los tigres de Sumatra o los elefantes de Borneo. Además, la presencia de trabajadores en áreas que antes eran hábitats naturales para estos animales ha aumentado los conflictos entre humanos y fauna silvestre, y cada vez se notifican más ataques de animales salvajes a humanos.
El aceite de palma, veneno para nuestro cuerpo
El documental cuenta con la colaboración especial de Antonio Hernández, médico especializado en nutrición ortomolecular, y Endika Montiel, experto en nutrición celular, que explican los riesgos para nuestra salud del consumo elevado del aceite de palma.
Aunque tal y como explica Antonio Hernández, el aceite de palma en su forma natural, directamente extraído de la planta, no es perjudicial en sí debido a su alta cantidad de vitaminas y antioxidantes, el problema llega cuando se somete a procesos de refinamiento e hidrogenación, que lo convierten en un producto muy poco saludable y con altísimas dosis de grasa saturada. Puro veneno para nuestra sangre.
Este ingrediente, presente en uno de cada diez productos del supermercado —se encuentra en grandes dosis en bollería industrial, galletas, productos precocinados y snacks salados, aunque también en cosmética y productos de limpieza— está directamente relacionado con la aparición de células cancerígenas y con la generación de metástasis en pacientes con cáncer. ¿Por qué se utiliza tan masivamente si es tan perjudicial para nuestra salud? Endika Montiel lo tiene claro: por cuestiones económicas. Actualmente, es el aceite más barato de producir en el mercado.
Orangutanes en peligro: pérdida de biodiversidad
“Todo lo que vi con 15 años ya no existe”, explica Jasson Kacariibuu, nativo de la zona de Batu Rongring que regenta un refugio turístico sostenible y respetuoso con el entorno. Las plantaciones de aceite de palma están acabando la biodiversidad de la región.
Según informes de Greenpeace y otras organizaciones medioambientales, estas plantaciones contribuyen a la deforestación y degradación de los bosques tropicales, y por tanto, fulminan también a la fauna autóctona, como a los famosos orangutanes de Sumatra, una especie en peligro crítico de extinción que está sufriendo para adaptarse al nuevo entorno y a la creciente presencia humana.
Emisiones de gases de efecto invernadero
Esta industria tiene una relación directa con el cambio climático y la emisión de gases de efecto invernadero. A lo largo de su cadena de producción, se generan diversas actividades que contribuyen a la contaminación. La más evidente es la eliminación de los bosques tropicales, que liberan grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2) almacenado en los árboles y en el suelo forestal. Estas emisiones de CO2 intensifican el calentamiento global y tienen un impacto significativo en el cambio climático a nivel regional y mundial.
Las fábricas en las que se procesa este aceite de palma, ubicadas en las mismas zonas forestales, liberan gases tóxicos y expulsan sus aguas contaminadas directamente a los ríos y arroyos cercanos. Esto afecta la disponibilidad de agua limpia para las comunidades locales, lo que acarrea consecuencias para su salud y bienestar.
El impacto en las comunidades locales
Como es habitual en los documentales de Lethal Crysis, el reportaje nos muestra las consecuencias de esta industria en las poblaciones locales. En concreto, Rubén explica las condiciones precarias con las que cuentan la mayor parte de los trabajadores, que carecen de los derechos laborales más básicos. Perciben un salario equivalente a unos 7 euros al día, sus jornadas duran muchas más horas de las permitidas y no cuentan con el material necesario para garantizar su propia seguridad.
Sin embargo, el documental también nos muestra la opinión de un nativo de la zona que considera que el aceite de palma está ayudando a la economía de su país y que la situación ideal sería conseguir implementar un modelo más sostenible y respetuoso con todas las partes implicadas. Ello conllevaría una mayor regulación de las plantaciones de palma aceitera, cumpliendo una serie de normas laborales y ambientales, y fomentar la participación de las comunidades indígenas en los planes de las autoridades. Es decir: un negocio que no prime sus intereses económicos por encima de los derechos humanos.
En definitiva, la deforestación en Sumatra y su estrecha vinculación con la industria del aceite de palma pone de manifiesto una realidad muy preocupante que nos obliga a cuestionar la sostenibilidad de nuestro actual modelo de consumo. La devastación de las selvas tropicales y la pérdida de biodiversidad que conlleva, junto con los graves impactos en la salud humana y el cambio climático, nos recuerdan la necesidad de tomar medidas urgentemente. Está en nuestras manos.