Trabajar en casa tiene muchas ventajas: puedes tomarte el café de media mañana en tu sofá, organizarte tu tiempo libremente, evitas los madrugones excesivos o el asfixiante tráfico, y no tienes que darle tantas vueltas al outfit del día. Pero para lograr el mismo grado de concentración que en una oficina —que cuentan con un diseño del espacio pensado específicamente para favorecer el rendimiento profesional— debes crear un espacio acogedor y aislado.
¿Necesitas montar un pequeño despacho en casa para poder teletrabajar? En este artículo te contamos cuál es la mejor estancia para diseñar tu Home Office y todo lo que necesitas para que sea lo más práctico posible, sin olvidarnos, por supuesto, del aspecto ecológico y medioambiental.
Home office: el espacio ideal para colocar tu oficina en casa
Los expertos recomiendan busca una zona de la casa luminosa y bien ventilada, lo más cerca posible de una ventana. Además, debes tener en cuenta otros factores particulares, como si tus vecinos hacen demasiado ruido —¡Aléjate lo máximo posible!— o si recibes a clientes o proveedores en tu casa.
Recuerda que si das la espalda a la ventana verás en tu pantalla molestos reflejos y durante tus videollamadas aparecerás a contraluz. Lo mejor, por tanto, es que la fuente de luz entre por los laterales.
¿En qué habitación colocar tu despacho en tu hogar?
Lo ideal es contar con una estancia extra multiusos, que pueda funcionar al mismo tiempo de despacho, habitación de invitados y salita de lectura. Pero sabemos que ese privilegio no siempre es posible, especialmente en las viviendas de los grandes núcleos urbanos. Por eso, hay que pensar en otras alternativas.
Si nadie vive contigo, puedes utilizar casi cualquier zona, ya que no molestarás al resto de personas. De lo contrario, evita zonas de paso como pasillos o recibidores, ya que tus compañeros de piso, pareja o familiares podrían molestarte constantemente.
Oficina en el dormitorio: ¿Es la mejor opción?
Los dormitorios deberían destinarse únicamente al descanso y a la relajación, ya que según algunas investigaciones nuestro sueño podría alterarse si nuestro cerebro vincula el espacio al trabajo. Además, trabajar mientras observas tu mullida cama podría poner a prueba tu voluntad más de lo debido. Si no queda más remedio, intenta colocar el escritorio dando la espalda a la cama.
Si solo trabajas desde casa en momentos puntuales, una idea interesante es colocar un escritorio en el dormitorio que también realice las funciones de tocador. ¡Todo en uno!
Planifica la distribución y delimita el espacio
Tómate tu tiempo en medir bien el espacio disponible antes de hacerte con el mobiliario y planifica bien la zona. Si el despacho está en salón, puedes delimitarlo con una librería de grandes dimensiones o unos listones de madera para separar ambientes. Estos dejan atravesar la luz pero ayudan a crear un entorno aislado e íntimo.
Muebles para oficina en casa
Los muebles esenciales para una oficina en casa lo más cómoda posible son: un escritorio de generosas dimensiones (en torno a los 140 cm de largo y 80 cm de fondo), una silla ergonómica con protección en la zona lumbar, una cajonera para guardar el material que usas frecuentemente y estanterías con libros o material de inspiración.
En cuanto a los materiales, los muebles de madera natural crean una sensación más relajante y fomentan la creatividad. En Hannun contamos con escritorios de madera natural de diferentes tamaños y diseños con un denominador común: se fabrican a mano por artesanos desde talleres locales, con maderas recuperadas o de origen sostenible. Tu despacho en casa no solo te ayudará a sacar tu mejor versión, sino que estarás ayudando a cambiar el 'status quo' con piezas de mobiliario que cuidan del planeta y fomentan una sociedad más justa y equitativa.
Accesorios indispensables que no pueden faltar en tu despacho
Más allá de los muebles indispensables, algunos artículos de decoración pueden marcar la diferencia. No conviene sobrecargar tu Home Office, pero sí decorarlo para que sea un espacio amable en el que te apetezca estar: añade estantes con fotos o ilustraciones evocadoras, pequeños jarrones, velas aromatizadas y plantas naturales.
En cuanto a los accesorios más prácticos, recomendamos una base para elevar la pantalla, un organizador de documentos, recipientes para meter los elementos del día a día o un posavasos.
Combina tus muebles con el resto de la decoración
Si tu despacho va a convivir visualmente con otros elementos (por ejemplo, el mobiliario del salón), procura que todo esté en armonía y utiliza las mismas tonalidades y texturas.
En caso de duda, los tonos blancos o muy claritos pasarán más desapercibidos y no desentonarán con el entorno. La madera natural, además, posee un encanto atemporal. ¡Apuesta segura!
No te olvides del arte en las paredes: te ayudará a concentrarte y a potenciar tu creatividad.
La importancia de una buena iluminación para tu despacho
Como ya hemos comentado, la luz natural es fundamental para trabajar en las mejores condiciones, así que intenta ubicar el escritorio en una zona cerca de una ventana o balcón.
En cuanto a la luz artificial, algunos 'must' son un flexo, una lámpara de mesa o una lámpara de techo focalizada en el escritorio con una luz muy suave y tenue, que se complemente con una iluminación más potente para toda la estancia.